Un viejo problema de la convivencia en pareja es la lucha por “titularidad” de los objetos que forman parte del hogar. Algunos más relevantes que otros… “esa es mi servilleta”, “esa almohada es la mía”, “mi lado del sofá”, etc.
La propiedad de la almohada está entre los que desatan las riñas más comunes. Imagina que estás cansado, con ganas de conciliar el sueño y cuando estás a punto de conseguirlo… escuchas a tu pareja que te dice que le cambies la almohada porque la que estás usando es “la suya”… ¿qué haces? ¿cómo distinguir cuál es de cuál para que no vuelva a suceder? Utilizar fundas de almohadas diferentes es una buena solución y una original idea de regalo para el día de los enamorados.