Para unos incomprensible, para otros inevitable. Son muchas más de las que imaginamos las mascotas que invaden los dormitorios de sus propietarios para dormir plácidamente junto a ellos, sobre la cama.
Las ventajas incluyen para el dueño o dueña compañía, calor, sensación de seguridad, apoyo psicológico… Pero las desventajas, higiene al margen, son principalmente la falta de espacio para dormir y la interrupción de patrones normales del sueño, por los frecuentes movimientos y ruidos del animal.
Cada uno educa a su mascota como entiende mejor, pero ojo, si se acostumbran desde pequeños a dormir en la misma cama que su amo o ama, será difícil que cuando sea adulta aprenda a dormir fuera de ella.