Una de las cosas que más divierten a los niños, es un pelea de almohadas en la cama. Ellos ven en las almohadas algo más que un elemento para dormir, lo ven como una fuente de diversión genial.
Pero en realidad, no se trata de algo que sólo entretenga a los más pequeños, los adultos también nos podemos divertir dando «almohadazos» a otras personas, y si es de manera inesperada, el factor sorpresa nos devuelve reacciones de lo más inesperadas por parte del «enemigo». Cuidado, si te cruzas con un desconocido por la calle con una persona que lleva una almohada en la mano y sonríe…
Eso si, después de una buena pelea de almohadas nada nos sienta mejor que un buen descanso.