La popular canción sanferminera no menciona exactamente una almohada, si no una media y un calcetín. Estamos seguros de que muchos de los visitantes que se acercan a Pamplona a vivir esta fiesta en la calle echan en falta una buena almohada.
Cada año, durante los días de San Fermín, vemos por las calles de Pamplona las imágenes más curiosas y divertidas. Muchas son de gente durmiendo o, más bien, intentando dormir un poco.
Además de las complicadas posturas de la gente intentando echar una cabezada en los sitios más insospechados de la ciudad, es curioso descubrir hasta donde llega el ingenio para fabricarse una almohada donde reposar la cabeza y asegurarse un buen descanso.
Una de las almohadas improvisadas que más nos han sorprendido y gustado es una botella de plástico. Simple y, por lo visto, eficaz para descansar un rato. Aunque nunca lo recomendaríamos para dormir en casa. Otras opciones son más elaboradas. Hay quien rellena bolsas con tierra y hojas. Por supuesto, una vez que caes rendido, cualquier parte del cuerpo de un compañero es un mullido reposacabezas. Con un poco de suerte, esa «almohada viva» no se moverá durante vuestro sueño.
1 de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín, a Pamplona hemos de ir, con una almohada…